(CABA, 14.Jul.2020 / A1 Noticias) Luego de un quite de colaboración de más de 15 días, que puso en riesgo el normal abastecimiento de leche en los comercios de venta minorista, ATILRA parece haber logrado su objetivo primario: que las cámaras que nuclean a los empresarios se sienten en una mesa de negociación con la mediación del Ministerio de Trabajo.

Luego de conocerse la conciliación obligatoria, que obliga al sector gremial a suspender la medida de fuerza y exige a los empresarios no tomar represalias hacia los trabajadores lácteos, se intentará llegar a un acuerdo de aumento salarial para el 2020. ATILRA alega además del atraso en los sueldos, que la industria recibió los ATP del Estado, y que nunca decayó la producción de lácteos y quesos en plena pandemia.

Heber Ríos de la conducción nacional de ATILRA asegura que “los empresarios siguen siendo tan miserables como lo han sido siempre. Se escudan en algo tan sensible como lo que está pasando para poder sacar tajada de la situación, pero nosotros estamos en pie de lucha, para eso nos eligieron nuestros compañeros”, durante una recorrida por la planta de Mastellone en General Rodríguez.

En medio del conflicto por las paritarias, el sindicato de trabajadores lecheros decidió ir a un paro por 24 horas, sin guardias, y fue se tomó la decisión “luego de ver los comunicados del Centro de la Industria Lechera (CIL) y la Asociación de PyMEs Lácteas (APyMEL), que se niegan a subir los salarios” por la crisis que desató la pandemia de coronavirus.

El cese de actividades que implementó la gestión sindical tuvo un agregado de índole social, con el objetivo de no descartar la leche, los trabajadores “se ofrecieron a procesarla solamente si las empresas donan la lecha y lácteos a comedores populares y a sectores carenciados”, explicaron desde ATILRA, agregando que “de esa manera no habría riesgo de pérdida de materia prima“, y que los descuentos del presentismo se redirijan a “distintas entidades de bien público”.

Luego de conocerse la decisión del Ministerio de Trabajo, por un pedido de las cámaras empresariales, se llegó a la conciliación obligatoria y que intenta acercar posiciones el próximo 17 de julio cuando deban sentarse a la misma mesa, los representantes de los industriales con los dirigentes gremiales encabezados por Héctor Ponce de ATILRA.