14 de diciembre de 2017
Reforma Previsional: A sangre, fuego y engaño (Por Edgard Llanos)
Si alguien me cuenta que el país no está dividido me miente. Hay dos grandes grupos en la Argentina, los que creen en la democracia y en el pueblo y los que acatan las órdenes de los centros de poder. Si tenían las manos necesarias para aprobar este “nuevo ajuste”, perdón debería escribir reforma, ¿por qué tanta represión, para qué tanta violencia institucional?
(CABA, 14.Dic.2017 / Por Edgard Llanos para A1 Noticias) La denominada reforma previsional no es simplemente adecuar el déficit fiscal para que lo paguen nuestros jubilados, cuando en nuestro país hay grupos económicos y financieros que no tributan en relación a sus exageradas ganancias. Pero además impactará gravemente sobre la creación de puestos de trabajo para nuestros jóvenes.
La ecuación es muy simple, si yo tengo que trabajar cinco años más para lograr la jubilación al modificarse la edad mínima a los 70 años, durante esos cinco años no permitiré –por obligación- que alguien más joven pueda acceder a ese, mi lugar de trabajo.
Los que votaron a Cambiemos, parece que no tienen padres, o madres, o abuelos, o tíos, o vecinos mayores. Deben vivir en una sociedad donde está la fuente de la eterna juventud, y nunca llegarán a viejos y por consiguiente no necesitarán retirarse de la vida activa del trabajo, para disfrutar de sus nietos o simplemente recibir algo de sus aportes y vivir tranquilos.
La sesión extraordinaria convocada para este jueves, mostró al mundo el estado caótico de crisis económica y social en que vivimos los argentinos. Un inusual, extraordinario, desmesurado, sorprendente, descomunal, (o póngale el adjetivo que más le guste) operativo de seguridad en principio y de represión institucional posterior, cuando el gobierno notó que no reunía la cantidad mínima de 129 diputados sentados en sus bancas para obtener el quorum y poner en marcha la reunión.
La frase de Elisa Carrió es una muestra de ello, cuando solicitó “levantar la sesión”, advirtió “no se preocupen que la semana que viene aprobamos la Ley”. No sé a usted, pero a mí me dio una sensación parecida a las amenazas de los violentos. Fuego afuera y fuego adentro, fuego de balas afuera y fuego verbal adentro del recinto.
Si no dejaron entrar a los legisladores de la oposición, ¿no sería que pretendían sesionar en soledad? Si el gran operativo de las fuerzas de seguridad y policiales no permitían acercarse a nadie, ¿Será un intento de montar un escenario propio del engaño? Si es verdad la versión de periodistas acreditados que se sentaron en las bancas dos personas que nadie sabe quiénes son, ¿Cómo se llama esto?
La mentira significa “una verdad declarada en algo que se sabe errado de concepto, donde se oculta la realidad en forma parcial o total”, y tiene alguna diferencia con el significado de engaño, que es “la acción o conjunto de palabras o acciones con que se engaña a alguien o se le hace creer algo que no es verdad”. El proyecto del gobierno es un “engaño”, y como tal intentaron engañar al pueblo, ocultando al Congreso Nacional, es decir a nuestro pueblo rodeándolo de más de dos mil efectivos fuertemente armados.
El gobierno entendió que no puede mentir más, ahora intenta engañar y para ello utilizará todo el poder de fuego que tenga ya sea armado o mediático, para quedar bien con los verdaderos dueños del poder en la Argentina. Los grupos concentrados de poder, que son quienes mueven los hilos como un titiritero y creen que los ciudadanos somos un público que está tranquilamente sentado en nuestras butacas.