La mayoría califica desde la gama del “muy malo”, al” nos lleva a la ruina”, o el más liviano “regular”; quizás solo el núcleo duro de aquel primario 30 por ciento seguirá creyendo que es “exitoso”.

Con los hechos y situaciones vividas en el último tiempo, yo me permito afirmar que Javier Gerardo Milei encabeza un gobierno de violentos, malditos y rencorosos, siendo él mismo en primera persona un ser que ejerce la violencia contra propios y extraños, se muestra como una persona maldita, cuando por ejemplo afirma que viene a “romper el Estado” y termina confirmando la regla de que está imbuido en un profundo rencor hacia el prójimo y no posee ni una miserable cuota de empatía con el ser humano.

Los que piensan que es un “inútil” deben considerar que no es útil hacia la sociedad en sus acciones, y quienes aportan el calificativo de “desastre”, estarán imbuidos de la certeza que no tiene un plan de gestión. Yo en lo personal creo que es todas esas cosas y muchas más, y esto analizado desde la mirada del ciudadano común, de quienes nos levantamos todos los días muy temprano para trabajar y observamos que tenemos un gobierno que descree de la sociedad.

La historia nos marcará dentro de unos años, que el gobierno de Milei es un compendio que reúne el odio, el rencor, el maltrato, el ninguneo, el destrato, el abuso de poder, la falacia, la mentira y que alcanza el límite de la estafa electoral. Quien le saca la comida a los pibes y no aplica ningún impuesto o tasa especial a los banqueros, a los financistas, a los dueños de las mineras; les sustrajo la posibilidad de comer algo digno a los que más necesidades tienen. En mi barrio, eso es ser cagón.

Siete oficios judiciales recibió la titular de Capital Humano, en algunas oportunidades para saber la cantidad y calidad de los alimentos almacenados en los depósitos de Martelli y Tafí Viejo. En otras oportunidades solicitando entreguen un plan de contingencia para la distribución de esos alimentos, también han recibido intimaciones para que se efectúe la entrega. Consta documentación que han recibido esas mandas judiciales y en vez de acatar y cumplir deciden pagar un arancel judicial equivalente a 600 kilos de leche en polvo para reclamar ante una instancia superior. Y todo porque suponen que los comedores y merenderos del país, se roban la mercadería o en algunos casos les falta documentación.

Vamos a imaginar por un momento, que yo estoy equivocado y los pibes no tienen derecho a comer, que eso era un invento del peronismo cuando decía que “los únicos privilegiados eran los niños”. Mi presunta confusión me lleva a pensar que para este gobierno quizás “los únicos privilegiados deben pertenecer a la clase media”, pero cuando veo el terrible tarifazo en la luz, el agua, el gas, la garrafa, el combustible, la quita de subsidios al transporte, me doy cuenta que no estoy equivocado. Es un gobierno creado desde el rencor hacia la movilidad social ascendente. En el gobierno libertario la única movilidad social debe ser a pie, en bici y cocinando a leña.

En algún otro tiempo de sueños colectivos, se decía que “también los privilegiados debían ser los ancianos”.  Parece que en este tiempo de “libertad”, los hombres y mujeres que han trabajado toda su vida y en muchos casos han sido estafados por no realizarles los aportes, y que hoy deberían gozar de un haber jubilatorio digno son los culpables de que el Estado no logre el déficit. Según Milei, Caputo y su séquito son parte integral de la casta y cuando los legisladores intentan subsanar las exiguas jubilaciones vetan ese derecho y además reprimen salvajemente a no más de 300 abuelos que pelean en la calle por no morir de hambre.

¿Quién o quiénes serán los “excelentes chupamedias funcionarios” que dan la orden a los policías porteños para golpear con bastones, arrojar gases en la cara y empujar con los escudos a ancianos, mujeres y desposeídos hasta casi exterminarlos? ¿Será que en el país de la libertad, los agentes del orden no tienen padres, abuelos, madres o tíos que alguna vez se hayan jubilado? ¿O esos policías imaginarán que en el futuro obtendrán una jubilación de privilegio para dejar de vivir en el conurbano y pasearan en yate por las islas del Caribe?

Ni hablemos del quite de presupuesto a las universidades, la posibilidad de que los pasajeros del transporte automotor obtengan un descuento en la Red Sube o que los usuarios de la medicina prepaga les van a cobrar por edad, por enfermedad de manera libre y sin nunca devolverles lo adeudado por aumentos no autorizados. ¿Quieres más argentinos y argentinas, más odio, sed de revancha, violencia diaria y rencor social? Si por supuesto, Milei siempre te da más, ahora mediante un decreto te impide solicitar la información pública. Cuanto menos Estado exista, más pobres de espíritu seremos los argentinos. Los pocos libertarios que todavía creen en un gobierno de “estafa a la libertad” se empiezan a dar cuenta.