SOCIEDAD
18 de diciembre de 2022
Messi lo hizo: Argentina es el Campeón del Mundo
En Argentina cada mundial se vive de una manera especial, el de Qatar fue especialísimo. La selección de Lionel Scaloni y Lio Messi logró contagiar al pueblo futbolero y hubo mucha ilusión. En una final para el infarto y que fue cambiante varias veces en el resultado, se definió por puntos del penal y allí se logró el sueño de muchos: Messi levantó la copa
(CABA, 18.Dic.2022 / Por Edgard Llanos para A1 Noticias) Nos abrazamos, corremos, lloramos. Si algún marciano hubiera estado en nuestro país a la hora del último penal, el que Montiel transformó en Copa del Mundo hubiera pensado que estábamos muy locos. Y es verdad: estamos muy locos, mucho más de lo que piensan algunos. Desde el día que pusimos la alarma del celu muy temprano, porque empezaba el largo recorrido mundialista contra una “débil” Arabia Saudí que nos dio un cachetazo e imaginamos el peor escenario.
Quizás sirvió ese duro traspié para creer que teníamos un gran equipo, para empezar a hacer cuentas que si ganábamos los dos próximos partidos del grupo inicial pasaríamos de ronda. Los analistas auguraban un desenlace en cuartos de final como buena perfomance, gran parte del periodismo se subía al carro de los detractores y cuestionaba a Scaloni, Di María y la inclusión de jóvenes promesas.
Y fuimos creyendo, al compás de los triunfos. Y nos fuimos ilusionando que se podía dar, y nos dimos cuenta que aquel pibito que no crecía y que recaló en la Masia y hoy brilla en el PSG era nuestro líder. No solo jugaba y hacía jugar, sino que ordenaba, se enojaba y se rebelaba contra las injusticias. Casi como Diego en su vida.
Se jugaba en Qatar, muy lejos y en un país sin tradición futbolera. La plata y los petrodólares mandan. Infantino acata. A nuestro equipo no le importó todo el contexto. Se concentró y se aisló de todo ese rumor digno de los shows mediáticos. Solamente entró a la cancha y jugó como nos gusta a los argentinos, al toque y buscando los espacios. Como diría –allá por la década del ´60- Luis Pentrelli a la revista El Gráfico: “Toco y me voy”.
Y llegó el día de la final, tanto “les bleus”, como Argentina llegaban con dos estrellas, dos títulos mundiales en su historia. Ellos eran los últimos campeones con Mbappé como estandarte, nosotros con una sequía de 36 años sin levantar la copa y con dos frustraciones de lo que nos parece ni siquiera un premio consuelo, subcampeones en Italia ´90 y en Brasil 2014.
Un primer tiempo arrollador que terminó dos cero y que si aumentaba el tanteador no hubiera parecido exagerado. Nos fuimos al descanso pensando donde pondrían la tercera estrella en la camiseta. Faltando diez minutos algo pasó, una ráfaga francesa nos empató el partido y comenzamos a preocuparnos. Al alargue y Francia al acecho. Intentamos rezar a cuanto santo se nos cruzó, le pedimos a Diego que nos ayude desde el cielo y sufrimos media hora más. La teníamos nuevamente en la mano y un misterio futbolero nos corría la Copa del Mundo un metro más.
Llegamos a los penales, se acabaron las cábalas. Sufrimos con el primer penal y logramos empatar en uno. Lo demás hay que mirar las estadísticas, ya teníamos los ojos llorosos, nos temblaban las piernas, caminábamos, ni mirábamos, rezábamos, y alguien nos escuchó. Al Dibu se le infló el pecho y pasamos adelante, allí nos dimos cuenta que estábamos a un paso.
Terminó, somos campeones. Somos tricampeones, Messi disfruta como ese chico al que le hicieron el regalo más querido: el de la Número cinco. Tuvo todo y le faltaba levantar esta copa, la misma que levantó el Diego. Mundo del futbol de pie, Lio Messi es el capitán y estratega del Campeón del Mundo. Lio lo hizo, está vigente. Igual que Argentina. Perdón si se corre la tinta, lloro por la emoción y ahora agarro la vieja bandera, esa que tenía guardada para esta ocasión y me voy a festejar. Los argentinos y Messi nos merecíamos que esta ilusión se hiciera realidad.