(La Plata, 13.Ago.2024 / A1 Noticias) Lo primero que expresa la investigadora es que “estamos muy mal”, debido al “desfinanciamiento muy importante, que nos impacta negativamente, no solo en lo económico sino además en los recursos humanos”. Agregando que “los que hacemos experimental, necesitamos comprar insumos para las investigaciones, hasta hace una semana no nos transferían el dinero, esta semana lo transfirieron, pero sin ninguna actualización. Lo pedimos cuando el dólar estaba a 300 pesos y ahora está en mil y pico, así que se nos licuó completamente y nos transfirieron solo una parte, así que no podemos comprar los insumos”.

"Obviamente tenemos que buscar estrategias para sobrevivir. Queremos hacer ciencia en nuestro país, para nuestro país, y vamos a hacer todo lo posible para sostenerlo"

También explica que los investigadores “nos tenemos que presentar a un concurso, hacer una presentación, una propuesta, poner nuestro currículum y demás para que nos evalúen y, si salimos satisfactores, nos financien. Los recursos humanos son fundamentales para desarrollar ciencia, que requieren una formación, o sea, hay una inversión importante sobre ellos en lo que es la capacitación. La formación comienza con las becas, con becarios, habían sido por sus antecedentes seleccionados, pero no fueron efectivizados. También los que entraron a la carrera del investigador del año pasado también penden de un hilo por la falta de presupuestos”, detalla la Dra. Hozbor.

Una situación similar ocurre en las universidades con la quita del presupuesto, y el agravante de la desactualización financiera que no les permite pagar los salarios a los docentes. Muchos nos preguntamos si ante esta situación, los investigadores argentinos ¿podrían ser tentados desde el exterior para irse afuera del país a seguir sus carreras profesionales?

“Tal cual”, asegura y completa que “muchos de los investigadores, hacemos docencia”. Por ello la bióloga afirma: “Ciencia y educación, ciencia y universidad afectados y cortados con la misma tijera, con esta motosierra, que le está debilitando dos aspectos que son fundamentales y obviamente tenemos que buscar estrategias para sobrevivir. Queremos hacer ciencia en nuestro país, para nuestro país, y vamos a hacer todo lo posible para sostenerlo, pero se hace muy, muy complicado. Pero ya hay sangría porque muchos se están yendo”, se lamenta.

Hace unos días, dos investigadores argentinos fueron distinguidos con uno de los premios más importantes de la física mundial. Si la ecuación es menos inversión y presupuesto estatal para la ciencia, para el CONICET, para el INTI, para la tecnología. ¿Cuál es la salida o la postura de los investigadores?

“Esta es la situación y la clara descripción del panorama. Esto que se logró con tanto esfuerzo, y que no es que se generó de un día para otro, hay toda una construcción que lleva muchos años, mucha inversión para tener estas capacidades que en situación de crisis vemos que reaccionan rápidamente y solo basta con recordar la pandemia de la COVID-19, el impacto del conocimiento y de la ciencia para dar respuesta a una situación horrible”, recuerda Daniela Hozbor. “No queremos perder esto, para mí no es pensar que nos vamos y ya está, nos empujan a eso, pero la idea es que no nos queremos ir”, afirma.

“Lo primero que hay que hacer es fortalecer los lazos entre nosotros y trabajar más conjuntamente y con una cuestión de compromiso. En esta época cultural eso no está bien visto, entonces lo queremos rescatar, porque uno de los principios de bienestar general es la solidaridad”, anticipa como idea fuerza para contrastar esta difícil situación.

Y agrega que la otra cuestión “es intentar que otros países que valoran nuestra ciencia, situación que vimos con la carta de los 68 Premios Nobel que escribieron a nuestro presidente diciendo que destruir la ciencia es destruir el país; vemos que hay una solidaridad pasando fronteras. Podemos pedir subsidios en el extranjero, eso te condiciona, pero puede ser más competitivo, lo hacemos, lo hemos hecho. Esa opción sería como la más posible para no depender de la política pura y exclusiva de destrucción que tenemos acá en nuestro país”, sostiene la investigadora.

Por último recordó que durante el año pasado habían realizado un gran avance en investigación sobre vacunas de COVID y que esto representa que “avanzamos en conocimiento académico, pero no podemos aplicarlo para nuestra población, ya que es muy difícil pasar a la escala productiva. Seguimos de manera más lenta en lo académico, pero como te decía, no vamos a aflojar, y la cuestión es tratar de sobrevivir para que estos productos que logramos después de muchos años de investigación, redunden en un bienestar en la población”, concluye Hozbor.