POLITICA
20 de agosto de 2019
Un Macri desorientado designó a Carrió y Dietrich al frente de la campaña del oficialismo
Los números esquivos de las PASO, provocaron una crisis en el gobierno nacional y ya se produjo el primer cambio al ubicar a Lacunza en Economía. En otro manotazo de desesperación, Mauricio Macri decidió bajarle el pulgar a Marcos Peña –histórico jefe de campaña- y entregó el mando electoral a Elisa Carrió y Guillermo Dietrich
(CABA, 20.Ago.2019 / A1 Noticias) La crisis de gobierno parece no tener un final feliz, ya que a una semana de la estrepitosa derrota frente a la fórmula Fernández – CFK, el presidente cambió el esquema de poder interno en el tramo final hacia la campaña de octubre. Marcos Peña, su histórico jefe de campaña, fue relegado a un segundo plano, después de ser criticado en la cara por los integrantes de la “nueva Mesa de Acción Política” de Juntos por el Cambio.
Elisa Carrió, fue “ascendida” al estratégico lugar de vocera de campaña, después de que la diputada asegurara que mucha gente faltó a la votación de las primarias porque estaba esquiando, se burlase de la muerte del ex gobernador rionegrino Carlos Soria y amenazara con perseguir y condenar a periodistas. Desde las oficinas donde se manejaban las redes sociales, anticiparon “no nos dan más órdenes”, en clara señal de falta de conducción política.
Peña había asegurado que estaban perdiendo la “batalla comunicacional”, y ahora se contempla en la usina de ideas macristas, imitar el estilo de los spots publicitarios del Frente de Todos, algo impensado meses atrás. En la última reunión, el jefe de gabinete recibió las principales críticas de parte de Guillermo Dietrich, uno de los funcionarios más poderosos del gobierno y que habla directamente con Mauricio Macri.
Conocido entre sus pares como “El Faraón”, por su actitud altanera delante de sus colegas, le advirtió a Macri –durante la presencia de Peña- que el motivo de su derrota por 15 puntos había sido la mala fiscalización en las PASO. Automáticamente el presidente le dijo que se encargara del asunto. Dietrich y Carrió fueron los únicos que se atrevieron a hacer públicas acusaciones de fraude, y desde esa idea fuerza se inició una campaña de trolls y de militantes para sumar fiscales en octubre.
El propio ministro de Transporte convocó a un ejército de rugbiers para controlar la elección y garantizó que se sumarían 20 fiscales por cada minuto.