(Marcos Paz, 23.Abr.2024 / A1 Noticias) Maximiliano Sous detalla el secuestro y desaparición de su padre. “Él desaparece el 17 de junio del ´77 en un operativo conjunto entre policía y fuerzas armadas, tenía 30 años. Ingresaron al domicilio, estábamos mi mamá, mi hermano y yo tenía un año, lógicamente insultan, entran a los gritos, a los empujones. Lo secuestran, se lo llevan y a partir de esa fecha no supimos nada más. En el mismo operativo se llevan al que era intendente de Marcos Paz, a una profesora de matemáticas, que fue la que creó la primera escuela técnica de Marcos Paz. Nada es casualidad y también se llevan a un contador de AFIP. Todos eran militantes de la juventud peronista”.

También recuerda que “en ese operativo secuestraron y desaparecieron a estas cuatro personas, y meses antes habían secuestrado a dos personas más en Marcos Paz. A partir de esa fecha nunca más supimos de ellos. Mi mamá y lógicamente los familiares del resto de los desaparecidos, peregrinaron por todos los lugares habidos y por haber, comisarías, cancillerías”, dice.

El padre de Maxi era de nacionalidad de belga, llegó a los cuatro años junto a su madre y su padre había muerto durante la Segunda Guerra Mundial a manos de los nazis. “Llegaron a nuestro país porque tenían un familiar que quizás les habló de una perspectiva de mejorar. Era el año ´50, es decir, plena postguerra allá en Europa. La madre observó que esa perspectiva no era la que le habían contado y lo dejó a mi papá internado en una escuela de menores. Él se escapa y por ello queda bajo la tutela del Estado y viene a la colonia Gutiérrez”, detalla.

"el freno popular es un antecedente importante para no permitir que esto suceda y creo que si se mete con este tema le va a temblar el gobierno, no lo digo con un espíritu destituyente, pero creo que la gente va a salir a la calle y va a hacer exactamente lo mismo que pasó con la Corte cuando se intentó hacer esto mismo hace unos años atrás”

En Marcos Paz, la colonia Gutiérrez es como una colonia de menores, con régimen semiabierto. Maximiliano Sous cree que por esos tiempos y con esas vivencias al padre “le nace su compromiso social y posteriormente empieza su militancia política. A los 18 años termina la escuela secundaria, porque lo dejaban salir de la colonia para ir a estudiar. En cuarto año lo echan de la escuela por protagonizar una huelga, y decide rendir cuarto y quinto año libre en el nacional de Merlo. Para luego empezar a estudiar Ingeniería Química”, explica.

Ya casado tiene dos hijos y Maxi recuerda que su madre “nos contaba siempre que era brillante, una persona muy inteligente. El trabajo que conseguía, digamos, le duraba 30 días, un mes, un mes y medio, porque siempre era reivindicar o pelear por los derechos de los trabajadores. Siempre cuestionaba el mecanismo empleador de cómo se trataba o del punto de vista salarial. Bueno, él duraba muy poco en los trabajos. Y bueno, él era así, era un soñador, supongo. Era un soñador de que las cosas se podían llegar a transformar y de que la mala realidad no hay que acostumbrarse, hay que luchar para cambiarla”, dice.

Trayendo este crudo relato y esa experiencia personal, se puede trazar una comparación con las decisiones del gobierno actual sobre el negacionismo hacia los desaparecidos. “Me genera mucha incertidumbre, no solo en este tipo de políticas. Creo que es un gobierno provocador, el presidente es un provocador. Lo que hizo el día de la mujer marca lo que es Milei. Ese día quita el nombre del salón que homenajea a las mujeres y ubica gente totalmente controvertida o saca directamente el día de la mujer”.

Respecto a lo que ocurre con los genocidas y la situación de prisión domiciliaria, relata que “mirá como son las cosas de la vida; medianera compartida en mi casa, acá en Marcos Paz, tengo un condenado de lesa humanidad con tobillera. No es cierto que todos estén presos. Hay muchísimos con salidas porque este hombre sale constantemente. Lo veo en la calle continuamente y tampoco es que están encerrados adentro de la casa”, explica.

Sous manifiesta que “estos tipos de beneficios son monitoreados, por los jueces. Si hay un incriminado a cadena perpetua por 20 causas, el Poder Ejecutivo no puede interferir sobre las condenas o sobre la ejecución de las condenas. Aunque con el DNU que transforma derechos que tienen que estar tratados por los legisladores y este tipo lo intenta aplicar a través de un decreto, nada me extrañaría a que posiblemente algo de esto suceda. Creo que estamos muy maduros en este tema, creo que la sociedad ha avanzado, creo que el intento de Macri con la Corte Suprema y el freno popular es un antecedente importante para no permitir que esto suceda y creo que si se mete con este tema le va a temblar el gobierno, no lo digo con un espíritu destituyente, pero creo que la gente va a salir a la calle y va a hacer exactamente lo mismo que pasó con la Corte cuando se intentó hacer esto mismo hace unos años atrás”, concluye.